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Cómo seleccionar áridos en función del tipo de obra

Elegir correctamente los materiales de construcción no solo garantiza la durabilidad de una obra, sino también su seguridad y funcionalidad.

Entre ellos, los áridos ocupan un papel fundamental por ser la base estructural de la mayoría de las fases del trabajo.

Comprender cómo seleccionarlos en función del tipo de proyecto es clave para lograr resultados óptimos.

¿Qué son los áridos y por qué son tan importantes?

Los áridos son materiales granulares de origen natural o artificial, como gravas, arenas o piedras trituradas.

Se utilizan en grandes cantidades en la construcción, sobre todo para mezclas de hormigón, morteros, rellenos y otras aplicaciones estructurales.

Su importancia radica en que son el componente de mayor volumen en una construcción, afectando directamente la resistencia, estabilidad y coste final de la obra.

En función del tipo de construcción o reforma, se deben seleccionar áridos con propiedades físicas y mecánicas concretas.

Tipos de áridos según su tamaño y origen

Para saber cómo elegir el árido correcto, primero es necesario conocer sus clasificaciones principales.

Según el tamaño de las partículas

  • Arenas: árido fino, con tamaño de grano menor a 5 mm.
  • Gravas: árido grueso, con tamaño de grano entre 5 mm y 40 mm.
  • Gravilla: intermedio, suele utilizarse para capas de drenaje o mezclas especiales.

Según el origen

  • Áridos naturales: extraídos directamente de yacimientos, sin apenas tratamiento.
  • Áridos reciclados: provienen de demolición y construcción, cada vez más utilizados por su sostenibilidad.
  • Áridos artificiales: se obtienen a partir de tratamientos térmicos o químicos, como la escoria de altos hornos.

Cómo seleccionar áridos según el tipo de obra

Uno de los errores más frecuentes en construcción es elegir el árido sin tener en cuenta el uso final ni las exigencias específicas de la obra.

Existen varios factores que se deben contemplar antes de seleccionar áridos, como el tipo de estructura, su exposición al clima y las cargas que va a soportar.

1. Obras de edificación

En edificaciones residenciales o comerciales se prioriza la resistencia y durabilidad del hormigón.

Para estas obras, se suele emplear:

  • Árido de granulometría continua: para garantizar una mezcla homogénea y de buena trabajabilidad.
  • Arena lavada: sin arcillas ni impurezas, que garantizará una correcta adherencia con el cemento.
  • Grava natural o triturada: con tamaños comprendidos entre 12 y 25 mm, ideal para cimentaciones y losas.

Es fundamental controlar el contenido de polvo o arcillas, ya que pueden debilitar la resistencia del hormigón.

2. Obras de urbanización

En pavimentos, aceras, viales y zonas ajardinadas, los objetivos cambian.

Importa más la drenabilidad, estabilidad y resistencia a la abrasión del material.

Lo ideal es emplear:

  • Gravilla triturada: para capas de base y subbase que soportan el tráfico rodado.
  • Árido reciclado: en aplicaciones no estructurales como terraplenes o rellenos.
  • Árido de geometría angular: que proporcione una compactación efectiva y una buena cohesión mecánica.

3. Construcción de infraestructuras

Cuando se trata de puentes, presas o túneles, los áridos seleccionados deben ser de alta resistencia, baja porosidad y excelente estabilidad química.

No vale cualquier grava o arena común.

Se deben utilizar:

  • Áridos de roca triturada de alta dureza: como granito o basalto.
  • Árido grueso con buena forma cúbica: para asegurar una distribución uniforme de tensiones.
  • Certificación de propiedades físico-mecánicas: donde se evalúe desgaste, absorción y adherencia.

4. Rehabilitaciones y refuerzos estructurales

En reformas o ampliaciones, la clave es la compatibilidad entre los áridos nuevos y los materiales originales.

Esto evita fisuras, desprendimientos o puntos débiles en la unión.

Se recomienda analizar:

  1. Resistencia del hormigón existente mediante test o ensayos in situ.
  2. Tipo de árido usado originalmente, preferiblemente del mismo tipo y dureza.
  3. Compatibilidad con aditivos o tratamientos químicos que se vayan a aplicar.

Factores determinantes para una buena elección

No basta con conocer el tipo de obra.

Hay que tomar en cuenta las características técnicas y funcionales de los áridos.

Estos son los principales criterios a tener en cuenta:

  1. Granulometría: afecta a la trabajabilidad, compactación y escurrimiento del material.
  2. Limpieza: debe estar libre de polvo, arcilla, materia orgánica o contaminantes.
  3. Forma y textura: preferiblemente cúbicos o angulares para mejor adherencia con los ligantes.
  4. Dureza: medida con ensayos como Los Ángeles para determinar su resistencia al desgaste.
  5. Absorción de agua: especialmente importante en zonas húmedas o con climas extremos.

Un error común es usar el árido más barato, sin considerar que puede acabar provocando fallos estructurales a medio plazo.

Una historia real sobre la importancia de los áridos

En 2018, durante la remodelación de una urbanización costera en el sur de España, se seleccionaron áridos sin pruebas geotécnicas previas.

La empresa constructora, buscando reducir costes, optó por usar grava reciclada proveniente de una demolición cercana, sin análisis de lixiviación ni resistencia.

Durante los primeros meses tras la entrega, empezaron a detectarse zonas de hundimiento en aceras y aparcamientos.

Una inspección técnica reveló que el árido empleado presentaba alta porosidad y retención de humedad, lo que provocó inestabilidad en la base del pavimento.

Además, contenía restos de yeso y materia orgánica, generando procesos de expansión con el paso del tiempo.

El resultado fue la demolición parcial de las zonas afectadas y un incremento del 18% en los costes totales del proyecto.

Esto demuestra que elegir correctamente los áridos reduce riesgos y costes a futuro.

Una buena elección no solo mejora la calidad de la obra, sino también la experiencia del cliente y la imagen de la empresa.

Preguntas frecuentes sobre la selección de áridos

¿Puedo usar árido reciclado para estructuras de carga?

Sí, pero solo si cumple con normativas y ensayos adecuados.

Generalmente, se recomienda utilizar árido reciclado en rellenos o capas no estructurales, aunque cada vez más proyectos incluyen pruebas para su uso en elementos resistentes.

¿Qué árido se usa en morteros para alicatados o enlucidos?

Se usa principalmente arena fina lavada, de textura suave y sin arcillas, para asegurar una buena adherencia y acabado estético.

¿Los áridos afectan la durabilidad del hormigón?

Definitivamente sí.

La forma, tamaño, limpieza y absorción del árido son determinantes para la resistencia, vida útil y calidad del compuesto.

¿Cómo sé si un árido es adecuado para una obra específica?

Lo más recomendable es trabajar con proveedores certificados y exigir análisis granulométrico, resistencia y composición química.

Además, contar con la asesoría de un técnico o arquitecto evitará errores costosos.

Errores comunes al elegir áridos

Incluso los profesionales pueden incurrir en fallos si no se realiza una evaluación correcta del entorno y tipo de obra.

Algunos errores típicos son:

  • Usar áridos no lavados, con exceso de impurezas.
  • Elegir áridos sin compatibilidad granulométrica con el cemento utilizado.
  • Subestimar la importancia de la forma de las partículas.
  • No realizar pruebas de escurrimiento o comportamiento bajo lluvia o humedad.

Subestimar estos factores puede derivar en efectos como fisuras, pérdida de volumen o falta de adherencia.

Consejos prácticos para seleccionar áridos

  1. Solicitar siempre informes técnicos o fichas del suministro.
  2. Comparar proveedores no solo en precio, sino en calidad y certificaciones.
  3. No reutilizar áridos sin tratamiento previo si provienen de obras anteriores o demoliciones.
  4. Considerar el clima y tipo de suelo del lugar de la obra.
  5. Consultar con profesionales si se trata de estructuras críticas.

Una elección informada puede marcar la diferencia en la rentabilidad y durabilidad de cualquier obra.

Además, contribuye a generar menos residuos y a tener una mejor gestión de los recursos naturales.

La tendencia actual se enfoca en maximizar la calidad constructiva con soluciones sostenibles.

Y los áridos, siendo el componente más voluminoso, son pieza clave en esa ecuación.

En resumen, seleccionar áridos según el tipo de obra no es una tarea menor, sino un paso estratégico que afecta todos los aspectos del proyecto, desde los costes iniciales hasta el mantenimiento a largo plazo.

Con el conocimiento adecuado, el apoyo técnico y la elección de proveedores de confianza, se puede garantizar que cada estructura, reforma o pavimento construido tenga la resistencia, durabilidad y calidad que merece.

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bazarotehijos

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