En el mundo de la construcción, cada detalle cuenta. La elección de los materiales y sus proporciones puede marcar la diferencia entre una obra duradera y una que presente problemas con el tiempo. Uno de los temas que genera más preguntas entre profesionales y aficionados es el uso de cal en las mezclas de mortero, especialmente cuando se dispone de cemento, que parece más moderno y resistente.
Pero, ¿por qué se sigue usando la cal en el mortero?
¿Qué aporta exactamente a la mezcla? En este artículo vamos a profundizar en este tema con una mirada técnica, pero comprensible, para ayudarte a elegir el mejor tipo de mortero según tus necesidades de obra.
El mortero es una mezcla de aglomerantes (como cemento o cal), áridos finos (como arena) y agua. Su función principal es unir elementos de mampostería como ladrillos, bloques o piedras, así como revestir superficies.
Dependiendo de su composición, el mortero puede tener distintas propiedades de resistencia mecánica, flexibilidad, permeabilidad al vapor, adherencia y durabilidad. Por eso es fundamental entender qué papel juega cada ingrediente y cómo influye en el rendimiento del producto final.
Para entender por qué se usa cal en algunas mezclas, hay que conocer primero qué diferencias existen entre la cal y el cemento:
El cemento Portland es el tipo más común de aglomerante hidráulico. Esto significa que fragua y endurece al reaccionar con el agua, y lo hace rápidamente. Aporta alta resistencia a corto plazo, ideal para estructuras que necesitan soportar cargas importantes.
Sin embargo, tiene ciertas desventajas: es menos flexible, menos transpirable y más susceptible a la fisuración si no se aplica correctamente o si hay movimientos en el soporte.
Existen dos tipos principales de cal para construcción: cal aérea y cal hidráulica.
Ambas tienen propiedades distintas al cemento:
La cal es más flexible, más transpirable, menos rígida y tiene propiedades antisépticas y bactericidas, lo que ayuda a evitar la proliferación de moho y otros microorganismos.
Usar solo cemento puede ser tentador por su rápida resistencia, pero no siempre es la opción más inteligente. Añadir cal al mortero aporta múltiples ventajas:
Una de las principales razones para incluir cal en el mortero es que mejora su plasticidad. Esto quiere decir que la mezcla es más suave y fácil de manejar, aplicar y moldear, lo que facilita el trabajo de los albañiles y permite un acabado más fino.
Un mortero con cal se adhiere mejor a los ladrillos o bloques y se adapta más fácilmente a las irregularidades del soporte.
Los morteros con cemento son más rígidos, lo que los hace más propensos a agrietarse si hay movimientos estructurales o cambios de temperatura. La cal aporta elasticidad, permitiendo que el mortero absorba pequeñas deformaciones sin fisurarse.
Esto es especialmente útil en restauración de edificios antiguos, estructuras con movimientos diferenciales o en zonas sísmicas.
La permeabilidad al vapor de agua es una característica clave en muchos sistemas constructivos. La cal permite que las paredes «respiren», lo que ayuda a regular la humedad interior y evita problemas como condensaciones, moho o degradación de los materiales.
El cemento, en cambio, crea superficies más impermeables, que pueden atrapar humedad y favorecer patologías constructivas a largo plazo.
Aunque el cemento es resistente al agua, los morteros con cal presentan mejor resistencia a ciclos de humedad y secado, así como a cambios térmicos bruscos. Esto los hace ideales en zonas con clima extremo, lluvias frecuentes o ambientes salinos.
Además, la cal tiene una acción biocida natural, lo que evita el desarrollo de algas, hongos y bacterias en las superficies tratadas.
El endurecimiento más lento de la cal permite una mejor distribución de las tensiones internas durante el fraguado. Esto reduce el riesgo de que aparezcan fisuras por retracción o tensiones internas, algo muy común cuando se usa solo cemento.
Existen distintas dosificaciones de mortero que combinan cal y cemento para adaptarse a diferentes usos. Aquí te dejamos algunos ejemplos típicos:
Este tipo de mortero es el más utilizado cuando se busca un equilibrio entre resistencia, flexibilidad y durabilidad. Se emplea para levantar muros de ladrillo, bloques, mampostería y revestimientos.
Una fórmula común es:
Ideal para restauraciones patrimoniales y construcciones donde se prioriza la transpirabilidad. También se usa en interiores y zonas con baja exigencia estructural.
Fórmula habitual:
Se usa en cimentaciones, estructuras de hormigón, elementos de carga o zonas con exigencias de resistencia mecánica muy alta. Aunque es resistente, es menos versátil para otros usos.
Fórmula estándar:
A continuación, algunos casos donde es recomendable añadir cal a la mezcla:
Además de sus propiedades técnicas, la cal es un material más ecológico y sostenible. Su producción requiere menos energía que la del cemento, y durante el proceso de carbonatación (cuando fragua en contacto con el CO₂), la cal captura carbono, contribuyendo a reducir el impacto ambiental de la construcción.
Asimismo, su capacidad para regular la humedad y prevenir microorganismos evita la necesidad de productos químicos añadidos.
A pesar de sus ventajas, todavía existen muchos mitos o creencias erróneas sobre la cal en la construcción. Aclaramos algunos:
En Bazarot e Hijos contamos con una amplia gama de cales para construcción, tanto cal aérea como hidráulica, ideales para tus mezclas de mortero.
Trabajamos con marcas reconocidas y ofrecemos asesoría personalizada para que encuentres el producto más adecuado según el tipo de obra que estés realizando. Ya seas profesional del sector o un aficionado a las reformas, te ayudamos a tomar la mejor decisión en tu compra de materiales.
En definitiva, el uso de cal en los morteros no es una técnica del pasado, sino una solución actual que aporta beneficios técnicos, estéticos, sanitarios y medioambientales.
Combinada con el cemento o usada de forma independiente, la cal mejora la trabajabilidad, elasticidad y durabilidad de las mezclas, adaptándose a los retos modernos de la construcción.
Si buscas un mortero más eficiente, flexible y saludable, la cal puede ser el ingrediente que estás dejando de lado. En Bazarot e Hijos te ofrecemos todos los materiales necesarios para preparar la mezcla perfecta y te acompañamos en cada paso del proceso constructivo.
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