Cuando llega el momento de escoger los materiales adecuados para una obra o reforma, elegir el tipo de árido correcto es una decisión clave que puede influir en la durabilidad y la calidad final de cualquier proyecto.
En el mundo de la construcción, dos tipos de áridos se destacan: los áridos de cantera y los áridos de río.
Ambos tienen sus ventajas, pero cada vez más profesionales optan por el árido de cantera.
¿Por qué?
Para comprender las ventajas de un tipo frente al otro, primero es importante saber qué son los áridos.
Los áridos son materiales granulares minerales que se utilizan para fabricar morteros, hormigón, bases de carreteras y muchas otras aplicaciones constructivas.
No son simples piedras: su origen, forma, resistencia y pureza determinan en gran parte la calidad del producto y la obra en sí.
Los áridos de cantera provienen de la trituración de rocas extraídas directamente de yacimientos.
Por su parte, los áridos de río se forman de forma natural por la acción del agua, que los arrastra y deposita con el tiempo en cauces o lechos fluviales.
Esta diferencia en su origen afecta directamente a sus propiedades técnicas y usos ideales.
Al ser procesados mecánicamente, los áridos de cantera permiten obtener granos más homogéneos y con formas angulosas.
Esto mejora la adherencia del árido en mezclas como el hormigón, resultando en una estructura más resistente.
El árido de cantera se obtiene de piedras duras como la caliza o el granito, lo que garantiza una mayor resistencia a la compresión y a los impactos.
Esto es fundamental cuando el material se destina a pavimentos, cimentaciones o estructuras de alto desempeño.
Los yacimientos de canteras están regulados y explotados bajo prácticas de producción establecidas, lo que asegura un suministro constante.
Además, su extracción y procesamiento se pueden controlar para minimizar el impacto ambiental, a diferencia del árido de río, que tiene limitaciones legales y ecológicas.
Gracias a su variedad granulométrica, los áridos de cantera pueden adaptarse tanto a obras estructurales como decorativas.
Incluso existen productos específicos tratados para mejorar su uso en revestimientos, drenajes o prefabricados.
El principal inconveniente del árido fluvial es su forma más esférica, producto del arrastre por el agua.
Esta estructura impide una correcta adherencia al cemento y puede generar mezclas menos compactas y resistentes.
Dado su origen natural, los áridos de río presentan una gran variabilidad en la granulometría.
Esto dificulta su clasificación y hace más complejo lograr un control de calidad preciso en obra.
La extracción de áridos en cauces fluviales está cada vez más restringida por la legislación medioambiental.
En muchas regiones está directamente prohibida, ya que afecta al equilibrio ecológico de ríos y humedales.
Esto obliga a buscar fuentes más sostenibles, como las canteras con planes de restauración ambiental.
Su versatilidad convierte al árido de cantera en una de las opciones más seguras y eficaces para cualquier tipo de obra.
En 2022, una empresa constructora de Zaragoza inició la ejecución de una urbanización con 50 viviendas unifamiliares.
Inicialmente, por cercanía y bajo coste, la dirección técnica optó por usar árido de río en la fabricación de mortero y bases de hormigón.
Al avanzar la obra, los técnicos empezaron a detectar problemas de fisuración en varias losas y una resistencia final del hormigón menor que la establecida en el diseño.
Tras investigar la causa, se concluyó que uno de los factores principales era la baja adherencia de los áridos redondeados empleados, que no permitían una compactación adecuada.
Esto obligó a demoler parte de los trabajos y reconstruirlos usando árido de cantera, específicamente caliza triturada.
Además de las pérdidas económicas por retrasos y gastos adicionales, el episodio sirvió como lección técnica para todo el equipo.
Desde entonces, la empresa modificó sus especificaciones técnicas y recomienda árido de cantera para todas sus obras.
Más allá de la resistencia, la forma o la sostenibilidad, los áridos de cantera tienen otras ventajas en parámetros como:
Esto permite al proyectista calcular con mayor exactitud los resultados, sin sorpresas ni desvíos presupuestarios.
En España, los áridos están regulados por la serie de normativas UNE-EN 12620 y el Código Estructural del Ministerio de Transportes.
Estas normas establecen requisitos técnicos claros en cuanto a forma, resistencia, impurezas y comportamiento.
Curiosamente, muchas veces los áridos de río no cumplen estos parámetros de forma constante, mientras que los de cantera pueden obtener una certificación CE sin dificultad.
Pueden tener un precio ligeramente superior, pero su mayor rendimiento y calidad compensa con creces la diferencia inicial.
Las canteras certificadas siguen protocolos de control de calidad y ofrecen informes técnicos con cada partida.
Los más habituales son caliza, basalto, granito o dolomía, disponibles en distintas fracciones granulométricas.
En general sí, porque se extraen en entornos controlados y con técnicas que permiten la rehabilitación del terreno.
Absolutamente, muchos diseños paisajísticos actuales incluyen áridos de cantera triturados o lavados para caminos, fuentes o muros secos.
Aunque los áridos de río no son la primera opción para obra estructural, pueden tener cierta utilidad en aplicaciones secundarias.
Sin embargo, su uso debe ser siempre valorado por un técnico especializado que evalúe su impacto en seguridad o durabilidad.
Escoger un árido adecuado desde el principio evita problemas estructurales, sobrecostes y retrasos.
La tendencia en el sector es clara: los áridos de cantera ofrecen un mayor control y eficiencia global.
Esto no solo se traduce en obras más seguras, también en construcciones más rentables.
La inversión en materiales de mejor rendimiento genera beneficios a largo plazo para constructores, técnicos y clientes.
Y, ante un mercado cada vez más exigente, la calidad se convierte en un valor imprescindible.
En resumen, aunque los áridos de río puedan parecer convenientes por su aspecto natural o precio en ciertas zonas, los áridos de cantera ofrecen claras ventajas técnicas, normativas y sostenibles.
Con su uso, garantizas una base sólida y duradera para cualquier tipo de construcción.
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