Asegurar la calidad de los materiales utilizados en una obra pública es indispensable para garantizar su durabilidad, seguridad y sostenibilidad a largo plazo.
Uno de los elementos esenciales en cualquier construcción son los áridos, cuyo uso va desde la fabricación de hormigón hasta bases y sub-bases de carreteras.
Sin embargo, no todos los áridos cumplen con los requisitos que exige la normativa vigente.
En el contexto de obras públicas, es vital que estos materiales tengan los certificados adecuados que avalen su conformidad con los estándares establecidos.
¿Qué son exactamente los áridos para construcción?
Los áridos son materiales granulares inertes que se emplean, entre otros usos, como materia prima en la elaboración de mortero y hormigón.
Pueden proceder de fuentes naturales, recicladas o artificiales, y su clasificación depende de características como su origen, tamaño y función en la mezcla.
Debido a su alta demanda en construcción civil, especialmente en infraestructura pública, deben someterse a un estricto control de calidad.
Esto implica el cumplimiento de criterios técnicos y medioambientales establecidos por la normativa europea y nacional.
Normativa que regula los áridos en obras públicas
Gran parte del marco normativo que regula el uso de áridos en Europa está definido por el sistema de armonización técnica de la Unión Europea.
En este sentido, los productos deben contar con certificación CE conforme con el Reglamento de Productos de Construcción (UE) N.º 305/2011.
Además, España adopta normas UNE que detallan los criterios técnicos complementarios para garantizar el cumplimiento del marcado CE.
Dependiendo del tipo de obra donde se aplicarán los áridos, también pueden exigir certificaciones específicas a nivel autonómico o de cada proyecto licitado por la administración pública.
Leyes y normativas aplicables en España
- Reglamento (UE) N.º 305/2011: establece condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción.
- UNE-EN 12620: áridos para hormigón.
- UNE-EN 13043: áridos para mezclas bituminosas para carreteras y otras áreas de pavimentación.
- UNE-EN 13242: áridos para capas granulares y tratamiento con ligantes hidráulicos.
- UNE-EN 13139: áridos para morteros.
Todos estos estándares establecen requisitos sobre la granulometría, resistencia, durabilidad, reactividad química y pureza de los áridos.
Certificados imprescindibles para áridos en obra pública
Cada proveedor de áridos que desee suministrar a una obra pública debe presentar una serie de certificados oficiales que demuestren el cumplimiento con la normativa vigente.
Estos documentos son valorados durante el proceso de selección de materiales y pueden suponer la aceptación o el rechazo de un lote completo.
Documentación obligatoria que debe presentar el proveedor
- Declaración de prestaciones (DoP): Documento legal obligatorio en la UE donde el fabricante declara las prestaciones del producto frente a las características esenciales que marca la normativa.
- Certificación de marcado CE: Acredita que el árido cumple con la normativa europea armonizada y permite su comercialización a nivel comunitario.
- Certificados de laboratorio: Demuestran los resultados de ensayos físicos, químicos y mecánicos realizados de forma periódica por laboratorios acreditados.
- Controles de producción en fábrica (CPF): Sistema implementado por el fabricante para vigilar que, en cada proceso de producción, se alcanzan los valores requeridos.
- Certificación de sistema de gestión ambiental (ISO 14001): Aunque no siempre obligatorio, suele ser muy valorado en concursos públicos conforme a políticas de sostenibilidad.
Estos certificados ofrecen una trazabilidad completa desde la cantera hasta el uso final de los áridos en la obra pública.
Además, permiten garantizar una mayor transparencia y control por parte de las administraciones contratantes.
Importancia del control de calidad de los áridos
El comportamiento mecánico de las estructuras está directamente vinculado a la calidad de los áridos utilizados en su composición.
Un error común es pensar que todos los áridos cumplen requisitos similares por tratarse de materiales naturales.
Sin embargo, una mala elección o un certificado incompleto puede generar daños estructurales serios en la obra, multas económicas o incluso paralización del proyecto.
Consecuencias de no exigir los certificados adecuados
- Deterioro prematuro del hormigón.
- Fisuración por reacciones alcalí-sílice mal controladas.
- Cambios en el comportamiento mecánico debido a granulometría inconsistente.
- Incumplimiento contractual con la administración pública.
- Sanciones legales o económicas por contravenir la normativa vigente.
En un caso ocurrido en Cataluña en 2018, un proveedor utilizó áridos reciclados sin los certificados exigibles.
Esto derivó en la aparición de grietas prematuras en una carretera de reciente construcción, lo que obligó a su rehacer la obra parcialmente.
La empresa fue sancionada y perdió la posibilidad de concursar en licitaciones públicas durante tres años.
Un fallo que se podría haber evitado exigiendo la documentación completa desde la fase de recepción de materiales.
¿Qué deben verificar los responsables de obra?
Los técnicos a cargo de la dirección facultativa o jefatura de obra deben asegurarse de que se cumplen todos los requisitos desde la recepción de los lotes de árido.
Esto incluye verificar in situ el etiquetado, la presencia de la marca CE visible y los certificados acompañantes.
Al recibir un envío, hay que inspeccionar si las propiedades del producto corresponden con las descritas en la declaración de prestaciones.
En casos de duda, se pueden realizar ensayos de contraste utilizando laboratorios externos.
Esta práctica evita cargar sobre la empresa constructora los fallos cometidos en fases anteriores del proyecto.
Elementos que deben revisarse en obra
- Comprobación del etiquetado visible del árido.
- Consistencia del marcaje CE con respecto al tipo de material solicitado.
- Verificación de la fecha de emisión del certificado (no puede superar los 12 meses).
- Presencia de firma del responsable técnico del centro de producción.
- Homogeneidad visual del árido entregado.
Preguntas frecuentes sobre certificaciones de áridos
¿Se pueden usar áridos reciclados en obra pública?
Sí, siempre que cuenten con la misma documentación y controles que los áridos naturales.
España impulsa cada vez más el uso de materiales reciclados, pero esto requiere procesos rigurosos de calidad y trazabilidad.
¿Qué ocurre si un certificado no está actualizado?
La administración pública tiene la capacidad de rechazar el material, exigir su retirada o sancionar al contratista.
Es por eso que todos los certificados deben renovarse de forma periódica y estar firmados por laboratorios acreditados.
¿Quién emite los ensayos de calidad?
Los ensayos deben ser realizados por laboratorios externos acreditados según la norma UNE-EN ISO/IEC 17025.
Su principal función es garantizar que las propiedades técnicas del árido cumplen con lo declarado por el fabricante.
¿Cuál es la vigencia de una Declaración de Prestaciones?
No tiene una caducidad oficial, pero se recomienda actualizarla anualmente o cuando ocurran cambios en el proceso productivo.
También es fundamental asegurarse de que coincide exactamente con el lote recibido.
Ejemplo real de implementación correcta
En la construcción de un tramo ferroviario del AVE en Andalucía, se exigió que los áridos utilizados en la base minera y terraplenes cumplieran con la norma UNE-EN 13242.
El contratista presentó todos los certificados requeridos, incluyendo la Declaración de Prestaciones, marcado CE y los ensayos de laboratorio emitidos en los últimos 90 días.
Durante la inspección técnica realizada por ADIF, se encontró un cumplimiento del 100 % en todos los parámetros exigidos.
Esto generó confianza en la administración y permitió continuar el proyecto sin demoras ni observaciones.
Además, el proveedor fue preseleccionado automáticamente para futuros proyectos por garantizar la calidad desde el primer momento.
Aspectos clave para elegir un buen proveedor de áridos
No todas las canteras o plantas de tratamiento cumplen las mismas condiciones de calidad y legalidad.
Por eso es importante colaborar exclusivamente con proveedores que estén certificados, tengan experiencia en obra pública y muestren buena trazabilidad.
Incluso en fases tempranas del proyecto, vale la pena solicitar una auditoría preventiva de las instalaciones del proveedor a través de un técnico externo.
Este paso minimiza riesgos y reduce costes inesperados durante la ejecución.
¿Qué debe reunir un buen proveedor?
- Certificado CE válido y visible en el producto.
- Capacidad de entregar todos los documentos exigidos sin demoras.
- Historial de suministro en proyectos públicos verificado.
- Capacidad técnica de adaptación a normativas específicas del cliente.
- Buena reputación en el sector de la construcción.
Recordemos que, para obtener las máximas garantías, es recomendable incluir en los pliegos de condiciones técnicas la obligación de entregar todos estos documentos desde el primer día.
Esto condicionará favorablemente la ejecución técnica del proyecto y reducirá los riesgos derivados del uso de materiales defectuosos.
Además, actúa como barrera de entrada para evitar licitadores con baja preparación técnica o sin las garantías necesarias.
La correcta gestión de los certificados de áridos no solo ayuda a cumplir la ley, sino que también impacta directamente en la durabilidad, sostenibilidad y confianza del proyecto de obra pública.
Un buen principio empieza con una buena base… de áridos certificados.
En definitiva, conocer qué certificados deben tener los áridos para construcción en obra pública es una inversión de tiempo que se traduce en durabilidad, seguridad y fiabilidad de nuestras infraestructuras.
Contar con materiales debidamente certificados es no solo una obligación legal, sino una garantía práctica de calidad en la ejecución de cualquier proyecto de envergadura.
La administración, el contratista y los ciudadanos se beneficiarán de unas construcciones más sólidas y sostenibles a través del uso responsable de estos materiales esenciales.