Cómo evitar la segregación de áridos en mezclas de concreto

Cuando se trata de lograr un concreto de calidad, bien compactado y duradero, evitar la segregación de áridos es una clave fundamental.

Este fenómeno puede parecer común, pero sus efectos comprometen seriamente la resistencia y homogeneidad del concreto.

Comprender qué causa la segregación y cómo prevenirla es esencial para ingenieros, albañiles, operadores de planta y responsables de obra.

¿Qué es la segregación en mezclas de concreto?

La segregación ocurre cuando los componentes del concreto se separan durante el transporte, colocación o compactación.

En especial, los áridos tienden a disgregarse del mortero o pasta de cemento, afectando la uniformidad.

Esto da como resultado zonas con exceso de grava y otras con exceso de pasta o agua.

El resultado es un concreto inconsistente, débil y con baja durabilidad.

¿Por qué se produce?

Las causas de la segregación están directamente relacionadas con la forma en que se prepara, manipula y coloca la mezcla.

  • Diseño inadecuado de la mezcla
  • Exceso de agua en la dosificación
  • Mala distribución del tamaño de los áridos
  • Uso de áridos sucios o muy secos
  • Transporte inadecuado de la mezcla
  • Altura de vertido excesiva durante el vaciado

Uno de los errores más comunes es añadir más agua del necesario para mejorar la trabajabilidad, lo que empeora la cohesión.

Consecuencias de la segregación del concreto

Aunque visualmente puede pasar desapercibido, los daños que provoca la segregación son graves.

Empobrece la resistencia mecánica del concreto en distintos puntos de la estructura.

También pueden aparecer fisuras prematuras, porosidad y baja adherencia con el acero de refuerzo.

Además, el concreto segregado facilita la entrada de humedad, reduciendo su vida útil y exponiéndolo a corrosión.

Estos defectos obligan a reparaciones costosas y frecuentes, y en los peores casos, a la demolición parcial o total.

Buenas prácticas para evitar la segregación

Garantizar mezclas de concreto homogéneas es posible si se siguen acciones preventivas en cada etapa del proceso.

A continuación, detallamos las principales recomendaciones técnicas.

1. Diseñar una mezcla correctamente balanceada

El primer paso es contar con un diseño de mezcla que considere las características de los materiales disponibles.

Es fundamental mantener una proporción adecuada agua-cemento y una granulometría continua en los áridos.

Un concreto con buena cohesión evita que se separen los componentes cuando fluye en obra o se transporta.

Además, se reduce la necesidad de ajustes improvisados durante el vaciado.

2. Usar aditivos para mejorar la trabajabilidad

En lugar de añadir más agua, lo ideal es incorporar aditivos plastificantes o superplastificantes.

Estos productos facilitan la manipulación sin alterar la proporción de cemento ni la resistencia final.

La mezcla conserva su cohesión incluso en climas cálidos o durante transportes prolongados.

Los aditivos ayudan a mantener la fluidez sin comprometer la calidad del concreto.

3. Elegir bien los áridos

Un aspecto crítico es el tipo y estado de los áridos utilizados.

Debemos evitar áridos muy pulidos o sucios, ya que repelen la pasta de cemento y generan vacíos.

También se debe verificar que los tamaños estén bien graduados y existan suficientes finos para mejorar la cohesión.

Un buen distribuidor de materiales de construcción ofrece certificación de calidad en su arena y grava.

4. Cuidar el método de mezcla

La forma en que se mezclan los materiales marca una gran diferencia.

Es recomendable mezclar primero los agregados finos con el agua y el cemento antes de añadir los gruesos.

Una mezcla homogénea desde el inicio evita la separación posterior.

Además, el tiempo de mezclado debe ser el adecuado y constante entre cada carga de hormigonera.

Durante el transporte y colocación

Incluso si la mezcla es adecuada, una mala manipulación durante el traslado puede provocar pérdidas.

Es aquí donde se debe tener especial cuidado.

5. Minimizar el tiempo entre mezcla y colocación

El concreto no debe permanecer más tiempo del necesario en la hormigonera.

A mayor tiempo, mayor riesgo de que se dirija agua a la superficie y se asienten los áridos.

Esto también aplica durante los desplazamientos en obra, mientras se espera por su vaciado.

Programar bien la entrega y preparar el área de colocación evita tiempos muertos críticos.

6. Evitar vertidos desde alturas elevadas

Cuando el concreto cae desde alturas elevadas, los áridos pesados se desprenden fácilmente de la mezcla.

Esto genera una capa superficial deficiente y zonas con sobreconcentración de grava en la base.

Para evitarlo, se deben usar canaletas, mangueras o cubos que faciliten un vertido controlado.

Un operario experimentado sabe que hasta un metro de caída libre puede ser crítico.

7. Compactación adecuada

El vibrado ayuda a eliminar burbujas de aire, pero debe hacerse con precaución.

Un vibrado muy prolongado o mal ejecutado puede provocar que los áridos desciendan y la pasta suba.

Esto no solo afecta la estética, también pone en riesgo el anclaje interno del concreto.

Deben usarse vibradores en forma vertical y con ejemplar cuidado en elementos delgados.

Un caso real que demuestra la importancia del control en obra

En una gran obra de edificación ubicada en Barcelona, la ejecución de pilotes con concreto colado en sitio mostró señales de debilidad a los pocos meses de haber terminado la estructura basal.

Las inspecciones indicaban zonas con fisuras laterales inusuales y filtraciones de agua pluvial en secciones inferiores.

Al realizar ensayos de núcleo sobre los elementos afectados, se evidenció una segregación severa en varios pilotes.

Se localizaron zonas con acumulación de áridos gruesos y poca pasta de cemento rodeándolos, acompañados por segmentos con lechada pobremente adherida.

El error no estuvo en la mezcla original, que había sido cuidadosamente dosificada con la participación de un laboratorio acreditado.

El grave problema fue identificado durante la inspección de procedimientos de obra: al colocar el concreto desde más de 2,5 metros de altura, sin canaletas ni embudos de vertido, se había producido una disgregación interna en los primeros tramos.

Además, el exceso de tiempo de espera entre cargas desde la planta central hasta el punto de colocación, y una rápida evaporación provocada por altas temperaturas, propiciaron una fricción interna desbalanceada dentro del conducto vertical.

El resultado fue una costosa operación de refuerzo estructural con resinas epóxicas, nuevas camisas metálicas y encamisados solidarios.

Todo eso se pudo haber evitado con simples canaletas de vertido y una mejor logística entre planta y obra.

Una pequeña negligencia técnica terminó afectando seriamente los costes del proyecto.

Preguntas frecuentes sobre la segregación del concreto

¿Es normal que se acumule agua en la parte superior de la mezcla?

No. Eso se denomina exudación, y si es excesiva suele ir acompañada de segregación. Debe controlarse ajustando la mezcla o aplicando aditivos estabilizantes.

¿Qué papel juegan los áridos finos en la prevención de la segregación?

Los áridos finos ayudan a mantener la cohesión del concreto. Una mezcla pobre en finos es inestable y más proclive a la separación entre fases.

¿El bombeo de concreto puede generar segregación?

Sí, si no se prepara antes con mortero de recubrimiento o cebado. Un bombeo mal purgado puede provocar que los áridos se acumulen en el sistema.

¿Cómo detectar si una mezcla se ha segregado?

Visualmente se aprecian zonas con agua superficial, acumulación de grava o burbujas de aire. Los resultados de resistencia también muestran fallas importantes.

¿La segregación puede afectar la adherencia con el acero?

Mucho. Cuando el concreto está pobre en pasta de cemento o con poros, el acero pierde contacto directo, lo que favorece la corrosión y las fisuras estructurales.

Recomendaciones finales para las empresas constructoras

La clave del éxito está en implementar protocolos claros de control y verificación en toda la línea de producción.

Desde la selección certificada de áridos hasta la capacitación del personal de obra, cada fase es crucial.

También es útil registrar medidas prácticas como la altura de vertido máxima aceptada o el tiempo entre mezclado y colocación.

Contar con un proveedor confiable de materiales de construcción puede marcar la diferencia, pues asegura calidad controlada desde el origen.

Además, existen soluciones en el mercado como mezclas premezcladas o aditivos específicos que facilitan el trabajo en condiciones exigentes.

Siempre vale la pena invertir en calidad para evitar futuras reparaciones o pérdidas estructurales.

La prevención, en estas cuestiones, sale más rentable que la corrección.

Una gestión eficiente del concreto comienza mucho antes del vaciado.

Y ahí es donde las mejores empresas constructoras demuestran su profesionalismo y compromiso con sus clientes.

En resumen, evitar la segregación de áridos en mezclas de concreto no debe verse como un problema técnico aislado, sino como una parte integral del proceso constructivo.

La unión de una dosificación inteligente, materiales de calidad y técnicas adecuadas de colocación asegura estructuras confiables y duraderas.

Invertir en conocimiento y prevención es construir con responsabilidad.

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