Cómo influyen los áridos en la resistencia del hormigón

Cuando hablamos de la calidad del hormigón, muchas personas piensan de inmediato en el cemento o la proporción de agua utilizada en la mezcla.

Sin embargo, un componente clave que define su rendimiento estructural son los áridos.

Estos materiales, a menudo pasados por alto, desempeñan un papel crucial en la resistencia final del hormigón.

Comprender cómo influyen los áridos en esta resistencia es fundamental para cualquier profesional de la construcción.

¿Qué son los áridos y por qué son esenciales en el hormigón?

Los áridos son materiales granulares que, mezclados con cemento y agua, forman el hormigón.

Actúan como un esqueleto resistente que proporciona volumen, resistencia y estabilidad a la mezcla.

Del total de la masa del hormigón, los áridos representan aproximadamente el 70-80%.

Esta proporción es tan alta que cualquier variación en sus características puede cambiar radicalmente el resultado final.

Tipos de áridos usados en la fabricación del hormigón

Existen diferentes tipos de áridos según su origen, forma y tamaño.

Clasificarlos correctamente es el primer paso para garantizar un hormigón resistente y duradero.

Según el tamaño

  • Árido fino: también llamado arena, con partículas de 0 a 5 mm.
  • Árido grueso: llamado grava o piedra partida, con tamaños de 5 a 40 mm.

Según el origen

  • Áridos naturales: extraídos directamente de ríos, canteras o montañas.
  • Áridos reciclados: obtenidos de la trituración de residuos de construcción.
  • Áridos artificiales: creados por procesos industriales como la escoria siderúrgica.

Según su forma

  • Áridos redondeados: provenientes de ríos, con formas suaves.
  • Áridos angulosos: cuya textura y forma irregular permiten mejor adherencia.

Cada combinación tendrá un impacto diferente en la resistencia final del hormigón.

Factores de los áridos que influyen directamente en la resistencia del hormigón

No todos los áridos aportan la misma calidad al hormigón.

Algunos parámetros técnicos y físicos determinan en gran medida el rendimiento estructural.

1. Tamaño máximo del árido

Cuanto mayor sea el tamaño del árido, menor será la necesidad de agua y cemento.

Esto puede traducirse en una mejor resistencia mecánica y menor retracción.

Sin embargo, si el árido es demasiado grande para las dimensiones del elemento a hormigonar, afectará la compacidad.

2. Forma y textura superficial

Áridos angulosos y rugosos permiten una mejor adherencia con la pasta de cemento.

Esta mayor adherencia entre los componentes refuerza la estructura interna del hormigón.

Los áridos redondeados son más fáciles de trabajar pero ofrecen menor cohesión.

3. Dureza y resistencia del propio árido

Un árido frágil o poroso puede generar puntos de debilidad dentro de la mezcla.

La resistencia del árido debe ser mayor que la del cemento endurecido.

4. Distribución granulométrica

Una mezcla bien distribuida de áridos finos y gruesos mejora la compacidad del hormigón.

Al reducir los vacíos, se incrementa la resistencia e impermeabilidad final.

5. Limpieza e impurezas

Áridos con arcillas, limos o materia orgánica pueden interferir con el fraguado del cemento.

Esto puede provocar una disminución significativa de la resistencia.

La importancia de la relación agua-cemento y su vínculo con los áridos

La proporción entre el agua y el cemento afecta enormemente la resistencia del hormigón.

Sin embargo, esta relación se ve condicionada por el tipo y cantidad de árido usado.

Áridos con alta absorción pueden robar agua a la mezcla.

Esto modifica inadvertidamente la relación agua/cemento y puede debilitar la base estructural.

Por ello, es fundamental conocer el coeficiente de absorción de los áridos antes de diseñar la dosificación.

Ejemplo práctico: impacto real de los áridos en la resistencia

En una obra de construcción de un edificio de cinco plantas en Madrid, se usaron dos tipos de hormigón en diferentes fases del proyecto.

En la primera etapa se empleó hormigón fabricado con árido natural fino, redondeado, procedente de un río local.

Este hormigón, a pesar de estar bien dosificado, presentó fisuras al cabo de apenas tres meses tras el fraguado completo.

La inspección técnica reveló que los áridos empleados no ofrecían una adherencia suficiente con el cemento.

Además, presentaban altos niveles de impurezas orgánicas que afectaron todo el proceso de endurecimiento.

En la segunda fase de la obra, se decidió modificar la mezcla utilizando áridos triturados angulosos de una cantera próxima.

También se realizó un análisis de la curva granulométrica para garantizar buena compacidad.

El resultado fue un hormigón notablemente más resistente, con menos fisuras y mayor estabilidad a largo plazo.

Este caso demuestra cómo la elección adecuada del árido transforma radicalmente el desempeño del hormigón.

Ignorar estos factores iniciales puede llevar a sobrecostes, refuerzos imprevistos y problemas de seguridad en la obra.

Cómo seleccionar áridos de calidad para proyectos de construcción

El proceso de selección de áridos debe ser meticuloso y considerar distintos criterios técnicos.

Una mala elección puede comprometer toda la estructura.

Pasos clave para elegir áridos correctamente

  1. Solicitar un análisis granulométrico al proveedor.
  2. Verificar que no contengan impurezas, materia orgánica ni polvo fino.
  3. Evaluar la resistencia y grado de absorción de los áridos.
  4. Preferir áridos angulosos en elementos estructurales donde prime la resistencia.
  5. Consultar con el laboratorio o empresa de cemento para ajustar la dosificación adecuada.

Además, es recomendable realizar pruebas de probetas con distintos tipos o combinaciones de árido antes de definir el hormigón a emplear en toda la obra.

Preguntas frecuentes sobre áridos y resistencia del hormigón

¿Se puede usar cualquier árido en la fabricación del hormigón?

No. Solo deben emplearse áridos que cumplan con la normativa técnica vigente y hayan sido certificados para uso estructural.

¿Qué impacto tiene la humedad de los áridos en la resistencia del hormigón?

La humedad modifica la proporción efectiva de agua en la mezcla, alterando su resistencia final y trabajabilidad.

¿Puede mejorarse la resistencia del hormigón solo cambiando los áridos?

Sí. Mejorar la calidad o tipo de árido tiene un impacto significativo, pero debe complementarse con una buena dosificación y curado adecuado.

¿Qué pasa si uso árido reciclado?

Si bien es posible, el árido reciclado suele tener una menor resistencia y requiere un estudio técnico más riguroso para su aplicación.

Normativas y estándares que regulan el uso de áridos

En España, la norma principal que regula los áridos para hormigón es la UNE-EN 12620.

Esta norma define los requisitos físicos, químicos y de durabilidad que deben cumplir estos materiales.

Además, los productos deben contar con los respectivos sellos de calidad, como el Marcado CE.

Esto garantiza su idoneidad para obras de edificación, infraestructuras o elementos estructurales industriales.

¿Y si los áridos no cumplen los requisitos mínimos?

El uso de áridos fuera de norma puede generar problemas graves como grietas prematuras, pérdida de resistencia o deterioro acelerado.

En estructuras expuestas a climas extremos o humedad constante, este deterioro puede ser fatal.

Por eso, elegir bien los áridos desde la fase de proyecto garantiza una vida útil prolongada del hormigón.

Además, ahorra costes de mantenimiento y mejora la sostenibilidad de la obra.

En resumen, los áridos no son un componente secundario del hormigón: son su columna vertebral.

Evaluar su calidad, tamaño, forma y composición química asegura que cada metro cúbico vertido cumpla sus expectativas de resistencia y durabilidad.

Elegir buenos áridos no es solo una decisión técnica, sino también una inversión en seguridad, eficiencia y longevidad.

Ya sea en una pequeña reforma o en una infraestructura compleja, comprender cómo influyen los áridos es clave para construir con éxito.

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